¡Despídase de estos empleados!

Nuestro fundador, Jim Lippens, trabajó durante 22 años en un entorno de producción cuando

• un día - su jefe le preguntó si estaba interesado en convertirse en el gerente de planta de una unidad de negocio de tres departamentos y 108 empleados. Jim tuvo dos días para reflexionar al respecto. Después de un día, Jim decidió aceptar la oferta. Su decisión no fue obvia en absoluto, ya que no tenía experiencia en liderar un grupo tan grande. Además, la unidad de negocio estaba perdiendo dinero durante 30 años. En su primer día en su nuevo cargo, Jim recibió la orden de despedir a 27 empleados...

El plan de los nuevos accionistas era despedir a los 108 trabajadores en un máximo de

3 meses. Jim se sorprendió porque la gerencia no le informó sobre esto con anticipación y también porque era consciente del gran potencial de algunos de estos empleados. Cuando Jim vio el miedo en los ojos de estos empleados esperando sus posibles terribles noticias personales, Jim decidió hacer todo lo posible por ellos. Jim simplemente no podía aceptar la idea de despedir a estos trabajadores capacitados y quería revertir este movimiento desesperado de la gerencia. Pero ¿cómo? ¡El tiempo corría!

Cambio de una cultura de miedo a una cultura de amor

Jim comenzó a trabajar 16 horas al día dispuesto a salvar los empleos de estos 81 empleados restantes bajo una terrible presión temporal. Desde el primer día, le quedó claro que tenía que ganarse la confianza de los empleados y juntos tenían que hacer rentable su unidad de negocio en 1 mes. Se hizo un plan en cooperación con todos los operarios. Como Jim tenía una amplia experiencia previa en estos departamentos en mejoras de proyectos y pruebas, conocía bien el equipo y la maquinaria. Jim también abrazó el conocimiento y la experiencia de estos trabajadores. Los resultados empezaron a aparecer pronto. ¡Después de un mes, la unidad de negocio comenzó a obtener el primer beneficio en más de 30 años!

Aumento masivo de la productividad e innovación

El compromiso y el respeto mutuo siguieron aumentando y la unidad de negocio comenzó a generar dinero de manera mensual ahora. La alta dirección no entendía cómo estaba sucediendo esto, e incrementó la presión sobre la unidad de negocio de Jim para que entregara aún más.

En su papel de líder servidor, Jim trató de mantener la presión alejada del piso de trabajo y comenzó a enfocarse en su pasión y talento. En una cultura de pertenencia, la verdadera conexión de corazón entre todos los miembros del equipo se convirtió en la base para excelentes resultados. A medida que estos empleados comenzaron a desarrollar incluso productos innovadores autoinventados, empresas de toda Bélgica e incluso del Reino Unido vinieron a visitar el piso de trabajo.

El estilo de liderazgo de Jim estaba armado con vulnerabilidad, lo que lo hacía accesible, cercano y cimentaba la conexión de corazón con su equipo.

Los empleados en los departamentos de Jim ahora eran vistos como los más solidarios, positivos y productivos de toda la planta.

Los resultados comerciales exponenciales...

Niveles sin precedentes de rendimiento máximo e innovación. 4 años después, el 'departamento problema', con solo el 10% de la población total de la planta, creó el 85% de los ingresos totales de la planta.